domingo, 18 de enero de 2009

Rolando el sabio


Esta es una historia de tantas que alimentan la tradición. Así como me fue contada en una tarde de enero bajo la sombra de un Samán, así mismo se las cuento sin quitar ni agregar una coma.


En Villa de Cura, bucólico pueblo del estado Aragua, vivía Rolando. De muchas maneras le decían: El curandero, el sabio, el gurú, el shamán... incluso el brujo. Lo cierto es que a la casa de Rolando las pisadas se dirigían en búsqueda de curación física o espiritual, se acudía en busca de consejos, de palabras de consuelo, de atención a cualquier cosa que necesitase armonía. El dulce rostro del anciano se iluminaba cuando ensalmaba los vientres infantiles hinchados de lombrices, cuando oraba sobre culebrillas que pintaban serpentinas escarlatas en el cuerpo. A veces acudían personas buscando consejos sobre parejas remolonas, sobre infidelidades, sobre almas en pena. Otras veces se veían grandes automóviles de donde bajaban personajes de rostro adusto y grave para consultas de destinos del país.


Se decía de Rolando que esta era su última reencarnación en la tierra donde se preparaba para ascender a maestro espiritual. Se decía que en sus vidas anteriores había estado con su trompeta en Jericó derrumbando murallas, se dice que salvó muchas vidas cuando Neron tuvo su ataque piromaníaco, se afirma que construyó junto a Galileo el primer telescopio, que fué atrilero de Da Vinci, que guardaba en un frasco la oreja que Van Gogh se arrancara.
Un día sin más Rolando desapareció, se fue corriendo de su casa para no volver. Se cuenta que estaba leyendo una carta y al terminar con rostro de terror, salió despavorido dando gritos a la calle y no se le volvió a ver en el pueblo.
La carta me fue mostrada: Escrita a mano con ortografía de segundo grado a pesar del gran sello oficial que la coronaba, su texto era una consulta sobre una pregunta... decía lo siguiente: "¿Aprueba usted la ampliación de los derechos políticos de las venezolanas y de los venezolanos en los términos contemplados en la enmienda de los artículos 230, 179, 174, 192 y 162 de la Constitución tramitada por iniciativa de la Asamblea Nacional, al permitirse la postulación para todos los cargos de elección popular de modo que su elección sea expresión exclusiva de los votos del pueblo?".
Algunos rumores dicen que han visto a un viejo muy parecido a Rolando, en la carretera de Churuguara, en interiores y recogiendo latas.